Trastornos por Déficit Atencional e Hiperactividad y Procesamiento Sensorial pueden compartir síntomas similares

El día mundial sobre el Déficit Atencional e Hiperactividad se celebra cada 13 de julio, es importante conmemorar este día para dar a conocer más sobre el TDAH y, además, para terminar con los prejuicios en contra de quienes lo padecen.

En 1992 la OMS y la clasificación internacional de enfermedades (CIE-10) reconocen el TDAH como una enfermedad clínica y lo ubican en el grupo de los trastornos del comportamiento y de las emociones, cuyo inicio se da en la infancia y la adolescencia. En la actualidad, la quinta edición del Manual de diagnóstico y estadística de trastornos mentales, (DSM V, su sigla en inglés), lo define como: “Un trastorno neurobiológico que aqueja tanto a adultos como a niños.  Es descrito como un patrón persistente o continuo de inatención y-o hiperactividad e impulsividad que impide las actividades diarias o el desarrollo típico.  Los individuos con TDAH también pueden experimentar dificultades para mantener la atención, la función ejecutiva (o la habilidad del cerebro para comenzar una actividad, organizarse y llevar a cabo tareas) y la memoria de trabajo”. Existen 3 tipos de TDAH: Inatento, Hiperactivo-impulsivo y combinado (inatento-hiperactivo-impulsivo).

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y el Trastorno de Procesamiento Sensorial (TPS) son dos trastornos diferentes, aunque a veces comparten algunos síntomas similares. Sin embargo, hay algunas diferencias clave que pueden ayudar a distinguir entre los dos trastornos. El TDAH se caracteriza por dificultades en la atención, la concentración y el control de impulsos. Las personas con TDAH pueden tener problemas para seguir instrucciones, terminar tareas y fortalecer una actividad durante un período prolongado de tiempo. También pueden ser hiperactivos y tener dificultades para sentarse quietos.

Por otro lado, el TPS se refiere a la forma en que nuestro cerebro procesa la información sensorial del ambiente, como el tacto, el sonido y la luz. Las personas con TPS pueden tener dificultades para filtrar la información sensorial, lo que significa que pueden sentirse abrumados por los estímulos sensoriales comunes, como el ruido de fondo o las luces brillantes. También pueden tener dificultades para integrar diferentes tipos de información sensorial.

La terapia ocupacional puede desempeñar un papel clave en el tratamiento de niños con TDAH y TPS. Principalmente, se enfoca en las ocupaciones que están afectadas, e incentiva a participar en las actividades diarias de manera efectiva y significativa, centrándose en la función ocupacional de la persona. En el caso del TDAH, la terapia ocupacional realiza estrategias que mejoren la atención, concentración y habilidades para controlar los impulsos a través de actividades dirigidas; además, trabajan con los niños para desarrollar habilidades sociales adecuadas y mejorar la coordinación motora fina y gruesa, lo que puede ayudar a reducir la impulsividad y mejorar la atención.

En el caso del TPS, la terapia ocupacional puede ayudar a los niños a procesar y filtrar información sensorial de manera más efectiva, lo que permite reducir la sensación de sobrecarga sensorial y mejorar su capacidad para participar en actividades cotidianas. El terapeuta ocupacional puede trabajar con los niños para desarrollar estrategias para tolerar situaciones y estímulos sensoriales que podrían ser desafiantes y desagradables en su vida cotidiana.

Por otro lado, existen tratamientos no farmacológicos para el TDAH que incluyen terapias de comportamiento, terapias cognitivas y otras terapias alternativas.

Finalmente, en Chile, los niños con TDAH tienen derecho a una educación inclusiva que se adapte a sus necesidades individuales. El Ministerio de Educación de Chile ha desarrollado políticas y programas (Programa de Integración Escolar (PIE)) para apoyar a los estudiantes con necesidades especiales, incluyendo aquellos con TDAH. También hay organizaciones y asociaciones que brindan recursos y apoyo para los niños con TDAH y sus familias en Chile.

Por Bárbara Sáez Académica de la Escuela de Terapia Ocupacional Universidad de Las Américas.

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