En vista de los recientes acontecimientos relacionados con el reconocido actor Bruce Willis y su diagnóstico de demencia frontotemporal, el académico de fonoaudiología y director del Diplomado en Neurorrehabilitación Fonoaudiológica en Adultos de la USS, Jorge Valdés, nos comparte importantes reflexiones sobre esta enfermedad.
“La demencia frontotemporal es un trastorno neurodegenerativo que afecta las regiones frontal y temporal del cerebro, ocasionando cambios significativos en la personalidad, el comportamiento y las habilidades de comunicación”, indica Valdés. Destaca que, si bien este tipo de demencia es menos común que el Alzheimer, presenta una variedad de subtipos con manifestaciones específicas, como problemas conductuales, lingüísticos o motores.
“El caso de Bruce Willis ha puesto de manifiesto la importancia de educar a la población sobre la demencia frontotemporal y sus síntomas, especialmente porque su presentación clínica puede variar ampliamente”, expresa el docente USS. Además, enfatiza la necesidad de consultar a especialistas ante la presencia de signos que sugieran este trastorno, para obtener un diagnóstico oportuno y acceder a las prestaciones disponibles a través del GES 85, destinadas al Alzheimer y otras demencias.
“Es importe brindar apoyo tanto a las personas afectadas por la demencia frontotemporal como a sus cuidadores, con el fin de prevenir el síndrome de sobrecarga y garantizar un manejo integral de la enfermedad”, indica Valdés.
Principales síntomas tempranos de la DFT
Según Valdés, es importante sensibilizar a la sociedad y promover una mayor conciencia sobre la demencia frontotemporal, contribuyendo así a mejorar la detección temprana, el tratamiento adecuado y la calidad de vida de quienes enfrentan esta enfermedad y sus familias. Para ello, nos describe algunos de los síntomas tempranos que este tipo de demencia, los cuales pueden varias caso a caso:
Cambios en la personalidad: Las personas con DFT pueden experimentar cambios en su personalidad, como comportamientos socialmente inapropiados, falta de empatía, apatía, impulsividad o pérdida de interés en actividades previamente disfrutadas.
Cambios en la conducta: Se pueden observar cambios en la conducta, como comportamientos compulsivos, rituales repetitivos, falta de juicio, descuido de la higiene personal, conductas alimentarias desordenadas, conductas agresivas e hipersexualización.
Dificultades en el lenguaje: La DFT puede afectar las habilidades lingüísticas, lo que resulta en dificultades para encontrar palabras, comprender el significado de las palabras, seguir conversaciones o mantener una conversación coherente.
Cambios en las habilidades motoras: Algunas personas con DFT pueden experimentar cambios en las habilidades motoras, como movimientos torpes, rigidez muscular, dificultades para caminar o problemas de coordinación.
Disminución de la memoria: Aunque la pérdida de memoria no es tan prominente en la DFT como en otras formas de demencia como el Alzheimer, algunas personas pueden experimentar dificultades para recordar información reciente o eventos pasados.
“Es importante destacar que los síntomas pueden variar ampliamente de una persona a otra, y la progresión de la enfermedad puede ser diferente en cada caso. Además, los síntomas pueden superponerse con otras condiciones médicas, por lo que es fundamental consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado”, puntualizó el especialista.