Un 40% de los chilenos presentaría déficit de vitamina D: Vitaminas y suplementos para nuestro organismo: ¿son eficientes?

Las vitaminas y minerales proveen elementos claves para mantener un buen estado de salud. Éstas cuentan con importantes roles, tales como fortalecer los huesos, cicatrizar heridas, mejorar la contracción y movimientos musculares y estimular nuestro sistema inmune.

Al respecto, la nutricionista de Nueva Clínica Cordillera, Camila Sembler explica que “todas las vitaminas son importantes y esenciales para el funcionamiento de nuestro organismo y metabolismo. Entre las más fundamentales se encuentran la vitamina D, E, A, K, C, B1, B3, B12 y B6”.

Para cumplir con este requerimiento nutricional las personas deben mantener una alimentación variada, equilibrada y rica en nutrientes. El consumo de proteínas de distintos orígenes e hidratos de carbono junto con grasas es vital para cubrir vitaminas y minerales necesarios para el día a día. Sin embargo, cuando existe una carencia de estos, se puede suplementar para que la función inmune mejore, restaurando los niveles de micronutrientes que están deficientes.

Consumir abundantes frutas y verduras, nueces, semillas, legumbres, aceites saludables, carne, quínoa, tofu, entre otros, ayudarán a mantener un revestimiento intestinal saludable, esencial para la regulación del sistema inmunológico.

De acuerdo con datos de la Fundación Encuentros del Futuro, quienes realizaron el análisis del escenario pandémico, cerca del 40% de la población chilena presentaría un déficit de vitamina D sin saberlo. “Esta no solo es importante para el metabolismo óseo, sino también mantiene de forma óptima otros órganos de nuestro cuerpo” aclara la nutricionista Sembler.

Por lo mismo, la profesional enfatiza que durante la época de verano es un buen momento para retomar cuidadosamente la exposición al sol, durante las vacaciones o incluso sin salir de casa en patios, jardines y balcones, a fin de mantener en alza los niveles de vitamina D.

Razones por las que se produce deficiencia de vitamina D:
– Nula o inadecuada exposición a la luz solar
– Climas o lugares muy fríos
– Estaciones del año como invierno
– Mala alimentación
– Enfermedad que genere malabsorción
– Medicamentos que interfieren en la absorción
– La edad, a mayor edad el sistema digestivo puede absorber menos vitamina D

Según la especialista, la deficiencia genera síntomas tales como; dolor muscular, dolor óseo, fatiga o falta de energía, reducción de resistencia en el ejercicio, falta de ánimo, insomnio, sudoración excesiva, caída del cabello, cicatrización lenta, mareo, problemas cardíacos, peso corporal excesivo e infecciones recurrentes.

Para conocer los niveles de vitaminas es importante acudir a un médico que realice la orden para el examen. “Debido a la pandemia y al confinamiento, las cifras de déficit de esta vitamina han aumentado. Es importante indicar que casi un 80% de esta se obtiene a través de la exposición solar, por lo que estar expuesto al sol durante la época de otoño, primavera y verano 15 minutos al día entre las 10.00 y 15.00 horas es vital, principalmente partes del cuerpo como brazos y piernas descubiertos”, puntualizó la nutricionista Sembler.

Por otra parte, la nutricionista aclaró que “las principales fuentes alimenticias de vitaminas D son leches y yogurt de origen animal, bebidas vegetales, cereales fortificados, algunos hongos como los champiñones, el queso, la yema del huevo y pescados grasos como la trucha, salmón, atún y caballa”

A pesar de que los hábitos alimenticios de las personas no suelen ser los ideales, el tratamiento endovenoso, que actúa como un suplemento nutricional, debe ser indicado y supervisado siempre por un profesional de la salud, según los niveles de deficiencia de cada persona. la nutricionista Sembler deja en claro que “no es recomendable suplementarse vitamina D, si no se conocen los niveles de esta en sangre, ya que, si se excede la suplementación esta podría ser tóxica, lo que produce exceso de calcio en sangre, calcificación en vasos sanguíneos, dañando órganos como el corazón y riñón, y produciendo cálculos renales, náuseas, vómitos, baja de apetito y peso”.

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