Hoy fue trasladado al Servicio Médico Legal, el malogrado cuerpo del joven Johnny Walker Joseph, haitiano de 21 años, que fue baleado en el tórax la noche del viernes pasado, durante un enfrentamiento entre policías y manifestantes en las inmediaciones de la Población Padre Alberto Hurtado, Melipilla.
El occiso permaneció todo el fin de semana en la morgue del hospital local, a la espera de algún familiar o conocido. Sin embargo, nadie llegó, por lo que el SML se hizo cargo de adoptar los protocolos respectivos y así contactar a algún pariente o amigo que les permita efectuar los trámites de inscripción de la defunción, autorización de entrega del cadáver y pase de sepultación. El Portal de Melipilla se contactó con comunicaciones del SML y hasta el cierre de esta edición no hubo una respuesta para obtener más antecedentes de la víctima y así ayudar a repatriarlo o encontrar a su familia.
Mientras la Fiscalía investiga el asesinato, el general Enrique Monrás, jefe de la Zona Oeste de Carabineros de la Región Metropolitana, confirmó que el extranjero falleció de cuatro disparos producidos en las inmediaciones del Supermercado Líder, lugar donde se generaron las manifestaciones. “Fue en ese instante que uno de nuestros drones captó cuando la persona fue herida, siendo atendida por civiles y, posteriormente, ingresada a un taxi”.
Agrega que el Ministerio Público dispuso que el personal del LABOCAR, del OS-9, más la SIP de la 24ª Comisaría de Melipilla realizarán las indagaciones para determinar los eventuales participantes de este homicidio.
Cansados de tanta violencia
Por su parte, vecinos del lugar, quienes para proteger a sus familias solicitaron reservar sus identidades, indicaron que desde acontecido el hecho, las constantes protestas disminuyeron, pero no descartan que pronto comenzarán los desórdenes y disparos que no cesan cuando se producen los enfrentamientos con la fuerza pública, haciendo que ellos (la mayoría trabajadores independientes que deben salir a diario a trabajar) se encierren en sus casas con el terror de ser víctimas de algún incidente o de las bombas lacrimógenas que llegan a las puertas de sus departamentos.
Explican que las demandas de igualdad en el marco del estallido social del 18 de octubre pasado son solo una excusa para que extranjeros, la mayoría colombianos, y menores desde los 13 años provenientes de otros sectores de la ciudad, se apersonen en la población con mucho armamento y municiones, lo que ha hecho que las personas que no delinquen se sientan marginadas y en una constante inseguridad ciudadana.
