Medicina de Urgencia: en la primera línea del combate a la pandemia

La primera atención que se brinda a un paciente en el servicio de urgencias es crucial al momento de salvar una vida. Especialmente en tiempos de pandemia, donde los equipos de las unidades de emergencia hospitalarias han debido aceptar el desafío de convertirse en la primera línea contra el Covid-19.

Funcionarios que día a día entregan su profesionalismo, compromiso y esfuerzo para atender a los cientos de pacientes que ingresan con diferentes patologías y gravedad, en sus manos están sus vidas.

Así lo señaló la Dra. Luz Quiroga, jefa del servicio de emergencias del Hospital de Melipilla, quien explicó que “la urgencia es la puerta de entrada para la atención de todos los pacientes. Recibimos pacientes de diversa gravedad y tenemos la responsabilidad de detectar aquellos que están en riesgo de morir o que potencialmente pueden agravarse. Y en la pandemia esto ha sido un mayor desafío ya que no solo debemos garantizar la atención de aquellos pacientes afectados por Covid , sino también seguimos recibiendo aquellos pacientes que no son Covid y que tienen patologías muy graves”.

En este sentido, la pandemia ha significado grandes desafíos para el equipo de urgencias. Según la profesional “el principal desafío ha sido mantener la atención continua pese al nivel de colapso que jamás habíamos vivido. Mantener la atención con un personal cansado, que está afectado emocionalmente o que es escaso porque nosotros también nos enfermamos”.

La peor cara del virus es la muerte

La pandemia ha sido, especialmente, dura para el personal de salud de urgencias, quienes han sido testigos de la recuperación de muchos pacientes, pero también de la peor cara del virus: la muerte.

“La experiencia ha sido muy variada. Hemos tenido momentos de mucha alegría cuando vemos a un paciente salir adelante y logra recuperarse. Pero también hay mucha tristeza cuando vemos pacientes muy graves, jóvenes y adultos mayores, que a pesar de los esfuerzos fallecen (…)  También hay una situación de cansancio, de preocupación por nuestra salud, por nuestras familias. Muchos de nosotros hemos tenido que alejarnos de la familia, redoblar los esfuerzos, hacer largos turnos porque la responsabilidad nuestra está con el paciente”, indica.

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