El sobrepeso y la obesidad son una pandemia que preocupa y que está lejos de erradicarse, con índices preocupantes a nivel mundial y nacional. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud (ENS) que llevó a cabo el Ministerio de Salud en 2017, Chile arroja que un 39,8% de la población mayor de 15 años tiene sobrepeso, 31,2% obesidad y un 3,2% obesidad mórbida. Además, la prevalencia de obesidad en el país ha aumentado desde el año 2010 en un casi 10%.
Ante ello, la diputada y coordinadora del Frente Parlamentario contra el Hambre y la Malnutrición Cristina Girardi (PPD) presentó un proyecto de ley que apunta a mejorar la alimentación de los trabajadores en las empresas, con alimentos saludables y un tiempo acorde para su consumo, haciéndose cargo de una preocupación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y, de paso, cambiando el paradigma de la “colación” por una “alimentación adecuada”, con todo lo que ello implica.
“Este es un tercer proyecto que tiene que ver con alimentación. Ya presentamos uno relacionado a la alimentación escolar, otro para establecer el derecho humano a la alimentación y este viene a completar la trilogía. Básicamente establece el derecho a una alimentación adecuada en los espacios de trabajo, la alimentación laboral”, expresa la diputada.
Esto debido a que Chile tiene los índices más altos del mundo, estando en el primer lugar en temas de sobrepeso y obesidad, y es una tarea urgente. Cualquier espacio colectivo, escuelas, trabajos son lugares importantes para difundir una alimentación adecuada.
En general el código del trabajo solo establece el derecho a tener un espacio de tiempo para una colación y “creemos que es muy pobre en relación a lo necesario que es una buena alimentación. Además, variamos los tiempos necesarios para que haya una alimentación correcta. No solo es importante lo que comemos, sino cómo lo comemos y esto debe ser respetado en los espacios de trabajo”, complementó la autora de la iniciativa.
Eve Crowley, representante de la FAO en Chile, por su parte, destacó que “requerimos de mecanismos que contribuyan, en un ambiente de incertidumbre, a que los trabajadores tengan una alimentación saludable. Es un derecho, es imprescindible para la salud de las personas y es un beneficio económico para toda la sociedad, en el sentido de que una alimentación saludable aumenta la productividad y evita enfermedades no transmisibles que implican una gran carga productiva, social y económica”.
Finalmente, la diputada Girardi llamó a tramitar la iniciativa rápidamente, debido a que con esto puede ser el inicio de un cambio de paradigma en materias alimentarias, ayudando a combatir diversas enfermedades como el sobrepeso, diabetes o hipertensión.
