Cerca de 800 personas se dieron cita en el Teatro Regional Lucho Gatica de la comuna de Rancagua, para ser parte del show artístico de cierre de la IX Escuela de Temporada, a cargo de la banda nacional Los Jaivas. La actividad fue liderada por la Vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile, Pilar Barba Buscaglia; el Vicerrector Académico de la Universidad de O’Higgins, Marcello Visconti Zamora, y el alcalde de Rancagua, Juan Ramón Godoy. La antesala estuvo a cargo de la artista local Mari Ajo, cantautora rancagüina e independiente.
Previo a la presentación de la agrupación chilena y al igual que en el resto de las comunas donde se desarrolló la Escuela de Temporada 2023: Pichilemu y San Vicente de Tagua Tagua, la jornada estuvo marcada por la realización de talleres y encuentros abiertos a la comunidad.
El primer encuentro realizado en la Casa de la Cultura de la capital regional de O’Higgins, giró en torno a los derechos humanos y los lugares de memoria, y contó con la presentación de Claudio Nash y Bárbara Azcárraga, miembros de la Cátedra de DD.HH. de la Universidad de Chile; de Francia Jamett, encargada de la Unidad de Memoria y DD.HH. MINCAP, y de Carlos Maureira, presidente de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad.
El coordinador de la Cátedra de Derechos Humanos de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Casa de Bello, Claudio Nash, destacó que “el trabajo entre organizaciones, Estado y sus universidades es fundamental para un exitoso abordaje del tema derechos humanos y memoria en nuestro país”.
En tanto, sobre el taller dictado, recalcó que el objetivo fue “trabajar con las organizaciones a nivel local, para de esta forma ver cómo fortalecer el trabajo en derechos humanos, vinculado con la memoria y por lo tanto, con la enorme pregunta que se le plantea a cualquier sociedad que ha vivido graves violaciones de derechos humanos, cuáles son los hechos que va a recordar, y también cuáles son los hechos que está dispuesto a olvidar para que esto no vuelva a suceder, para garantizar que nunca más se haga una realidad en el país”.
Finalmente sostuvo que “el enorme desafío que tiene el trabajo en memoria para los derechos humanos implica trabajo colaborativo y en eso el rol de las universidades tiene que ser el de colaborar con las organizaciones para poder procesar la información, generar conocimiento y ayudar a que el trabajo cotidiano que hacen las organizaciones de derechos humanos se pueda proyectar en la sociedad”.
