Con ventas de pasillo comerciantes melipillanos esperan recuperar pérdidas durante diciembre

Prácticamente dos meses sin rentabilidad es lo que han experimentado los 300 comerciantes pertenecientes a la Cámara de Comercio de Melipilla, quienes producto del estallido social han visto mermadas sus ventas por falta de público en las calles o porque debieron bajar las cortinas de sus negocios para protegerse de los robos o saqueos.

Situación que la mayoría de ellos esperan resolver durante diciembre, fecha en la cual las familias melipillanas se preparan para recibir la Navidad y el Año Nuevo. Para Silveria Catalán, vicepresidenta de la Cámara de Comercio Melipilla y tesorera nacional del Comercio Detallista y Turismo de Chile, durante este periodo de vulnerabilidad de las pymes locales han participado en diferentes capacitaciones dictadas, tanto por BancoEstado como SERCOTEC, Impuestos Internos y Tesorería General de la República, con la finalidad de volver a fortalecer y apoyar financieramente al comercio detallista y a todos los emprendedores de la comuna.

 

Explica que el criterio de cerrar los negocios en general se debió principalmente a la falta de seguridad, ya que, por un lado, hubo comerciantes a los cuales le saquearon toda su mercadería y, por otro, el público, en su mayoría de las zonas rurales, dejó de venir a la ciudad por temor.

Sobre la consulta de qué han hecho las autoridades locales para revertir el problema, la gremialista indicó que a nivel de la gobernación se llevaron a cabo reuniones entre los comerciantes y jefes de servicios, mientras que mañana se reunirá con el alcalde Campos para ver la posibilidad de implementar una venta de pasillo, iniciativa por la cual no está muy de acuerdo, debido a que en experiencias anteriores el beneficio no ha sido para los asociados a la cámara de comercio, sino que de los ambulantes.

Para concluir Silveria Catalán extendió un llamado a los melipillanos a preferir las pymes y el comercio detallista de la zona, debido a que ellos siempre están presentes, donando premios para bingos o rifas y ahora esperan una “devuelta de mano”.

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