Con fecha 9 de febrero de 2020, Colbún hizo pública una declaración, a través de su gerencia legal, que tergiversó gravemente un informe técnico que describe el estado en que se encontraba el túnel Patagüilla pocos meses antes de su derrumbe. La empresa controlada por el Grupo Matte sostuvo que dicho informe confirmaría que ella cumplió con sus obligaciones de conservación del túnel. Al respecto, ponemos de manifiesto lo siguiente:
Colbún para hacer su declaración acudió al mismo informe que, en partes omitidas por la empresa, lejos de brindar tranquilidad, deja constancia de que, al momento del desplome de dicho túnel, la compañía mantenía múltiples zonas de esta infraestructura sin medidas de seguridad y con riesgo de derrumbe por falta de estabilidad. Ese estudio consigna que existían a lo menos nueve áreas críticas, con prioridad de reparación número uno.
De hecho, según el mismo estudio, entre las zonas críticas que representaban un riesgo para la estabilidad del túnel se incluía, precisamente, la que finalmente se derrumbó y de la que Colbún es responsable de su mantenimiento y conservación para garantizar su perfecto funcionamiento, de acuerdo a un contrato suscrito entre la compañía y los agricultores de la zona en 1937.
Ya que el túnel colapsó y se derrumbó, sin mediar ningún terremoto, ni calamidad análoga que fuera imprevisible e irresistible, Colbún incumplió gravemente dicha obligación.
Entonces, las declaraciones vertidas por Colbún dejan al descubierto la forma en que la empresa del Grupo Matte cree que puede tratar el túnel del que dependen más de 1.360 familias de agricultores. Pese a que un informe técnico afirma que existen múltiples zonas de riesgo y urgente necesidad de reparación (prioridad 1), su alta gerencia estima que el túnel estaba en perfectas condiciones y que no se requerían acciones urgentes para evitar el derrumbe. Esa forma de pensar explica que el túnel se haya derrumbado y que esa compañía pretenda lavarse las manos y quedar en la impunidad.
El derrumbe del túnel ha causando daños gigantescos a más de 1.360 agricultores, de los cuales la inmensa mayoría son pequeños regantes miembros de nuestra asociación. Hasta la fecha, la empresa se ha negado a hacerse responsable de todos esos daños, pese a que diversas autoridades, junto a nuestros agricultores y a esta asociación, le hemos hecho ver el drama social que generó y la urgente necesidad de que se haga cargo de los daños que causó.
Colbún sugiere que la asociación conocía el informe técnico en cuestión desde antes del derrumbe. Eso es falso, y la empresa lo sabe. La asociación recibió ese estudio de manos de un tercero, después de este grave incidente, cuando trataba de buscar una explicación sobre lo ocurrido.
Paradójicamente, dicho tercero realizó esa inspección y detectó las fallas en la última cota del canal antes del derrumbe, mientras Colbún no hacía nada por analizar dichas falencias ni dar una solución, cuestión que podría y debería haber hecho si hubiera cumplido el contrato. Pero no lo cumplió, y el túnel se derrumbó.
Exigimos que Colbún se haga responsable de sus acciones y omisiones; que repare el túnel y compense todos los daños causados.