Investigación de UDLA revela que la presencia femenina en puestos de decisión modifica el estilo de administración financiera en empresas chilenas

Un estudio realizado a 76 empresas chilenas reveló que la presencia femenina en puestos de decisión influye de manera distinta en la gestión del capital de trabajo y los recursos financieros corporativos, dependiendo del nivel jerárquico que ocupan. Según el análisis, basado en 746 registros de las propias organizaciones, las gerencias lideradas por mujeres tienden a aplicar políticas más conservadoras, mientras que la diversidad de género en directorios y presidencias se asocia con decisiones más agresivas sobre el uso de recursos financieros de corto plazo. 

La investigación fue realizada por académicos de Universidad de Las Américas, en colaboración con docentes de INACAP y la Universidad Autónoma de Madrid, y publicada en la revista Contaduría, de la Universidad de Antioquia (Colombia). El estudio se propuso identificar si la participación de mujeres en distintos niveles de liderazgo modifica el estilo de administración financiera en firmas de alta incidencia en la economía nacional y que cotizan en la Bolsa de Comercio de Santiago.

“El estudio buscó determinar si la participación de mujeres en distintos niveles de liderazgo se traduce en una gestión más agresiva o más conservadora del capital de trabajo. Los resultados muestran que las ejecutivas en gerencias tienden a una administración más conservadora, mientras que la presencia femenina en directorios se asocia con decisiones menos conservadoras sobre el capital de trabajo”, afirmó Francisco Vásquez, Director Académico de UDLA y autor principal del reporte.

Los datos muestran brechas relevantes en participación: las mujeres representan, en promedio, un 30% de las dotaciones, pero solo un 17% accede a gerencias de primera línea, un 12% integra directorios y un 6% ocupa presidencias o vicepresidencias de directorio. Aunque estas cifras contextualizan el fenómeno, el trabajo concluye que la influencia no depende del número total de mujeres, sino del nivel en que participan en la toma de decisiones.

En promedio, las empresas analizadas destinan un 13% de sus activos al capital de trabajo, aunque esto cambia según el rubro y el tamaño. Además, cerca de un tercio de su financiamiento proviene de deudas de corto plazo. Con esa base, los modelos de regresión revelaron tendencias claras: cuando mujeres ocupan gerencias, el capital de trabajo neto aumenta; cuando su participación se sitúa en directorios o presidencias, el capital de trabajo neto disminuye.

Según Vásquez, los datos caracterizan prácticas disimiles en el plano ejecutivo versus la capa superior de gobierno corporativo. “Los hallazgos indican que la ejecutiva chilena tiende a ser conservadora, lo que se traduce en que las empresas con mujeres en puestos gerenciales invierten más recursos en capital de trabajo neto. En contraste, quienes que ocupan posiciones en el directorio parecen fomentar una gestión menos conservadora del capital de trabajo, destacando una mayor disposición al riesgo operativo”.  

Liderazgo y decisiones financieras

Las variables analizadas incluyeron el tamaño de la empresa, su nivel de deuda, el tipo de activos que posee, su crecimiento y también indicadores de género para comparar cómo se gestionan las finanzas de corto plazo.

Entre los resultados, el estudio detectó dos relaciones estadísticas relevantes. La primera relación muestra que las organizaciones con mayor presencia femenina suelen contar con más capital disponible para su funcionamiento diario. La segunda revela que las empresas con más mujeres en su equipo tienden también a tener más mujeres en cargos de gerencia. 

El estudio también revisa cómo las políticas públicas han impulsado una mayor presencia femenina en directorios y gerencias, y cómo estudios internacionales muestran que la diversidad puede modificar los estilos de gestión. Esto no significa automáticamente mejores resultados financieros, pero sí genera patrones distintos que ayudan a entender mejor cómo funcionan las organizaciones.  

Según concluye Francisco Vásquez, los resultados pueden ser de utilidad para que grandes compañías revisen su estructura de liderazgo y evalúen cómo distintos perfiles pueden afectar decisiones clave: manejo de riesgos, nivel de liquidez y formas de financiarse en el corto plazo; además de entregar información relevante para reguladores y organismos públicos que buscan promover más inclusión en altos cargos. Para ello, el estudio propone ampliar la muestra a empresas medianas y pequeñas, comparar sectores y analizar cómo los estilos de liderazgo femenino influyen en decisiones concretas de inversión y financiamiento. 

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