En el Laboratorio de Medicina Molecular del Centro Asistencial Docente y de Investigación (CADI) de la Universidad de Magallanes, un grupo de investigadores desarrolla un estudio científico cuyo objetivo es identificar biomarcadores moleculares no invasivos para el diagnóstico temprano de cáncer gástrico. El equipo es dirigido por la académica de la Escuela de Medicina de dicho plantel, Yolanda Espinosa, quien es bióloga y doctora en Genética.
La Región de Magallanes presenta una elevada incidencia de cáncer gástrico y, dado que a nivel nacional no existen programas eficaces de detección temprana, este tipo de patología se asocia a una alta mortalidad, siendo actualmente la segunda causa de muerte por cáncer en Chile, de acuerdo a datos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (GLOBOCAN).
Respecto a datos entregados por el Ministerio de Salud, el año 2021 el cáncer gástrico correspondió a la cuarta causa más prevalente de hospitalización por neoplasias en nuestra región. “Actualmente el único examen de detección temprana para esta enfermedad en el país es la endoscopía, por lo que se hace necesario complementar con otros estudios más precisos y que sean menos invasivos, para reconocerla a tiempo. De ahí que nuestro objetivo de estudio sea la identificación de biomarcadores moleculares no invasivos que puedan facilitar el diagnóstico de cáncer gástrico en una etapa inicial a través de una muestra fácil de obtener, lo que se traduce en una detección y tratamiento más oportuno para el paciente y, por lo tanto, aportar a una menor mortalidad”, aclaran las investigadoras del grupo de Genómica Evolutiva y Médica en Magallanes (GEMMa) del CADI-UMAG.
Los biomarcadores moleculares, como el caso de los microRNAs, son moléculas que podemos cuantificar y que nos indican la presencia de una determinada enfermedad, el avance de la misma en sus diversas etapas o incluso el pronóstico de su curso, permitiendo, por lo tanto, un diagnóstico más preciso. Los llamados biomarcadores no invasivos pueden detectarse en sangre u otros fluidos corporales como saliva y orina, de manera que su análisis no depende de procedimientos particularmente dolorosos o molestos como pudiera ser una endoscopia en el caso de enfermedades gástricas. El concepto macro del proyecto es lograr avances hacia la medicina personalizada de precisión, es decir, adaptar el tratamiento y la prevención de enfermedades, en este caso el cáncer gástrico, considerando las diferencias en factores genéticos, ambientales o incluso de estilo de vida, específicos de personas.
Este estudio genético -que comenzó en 2018- se enmarca en el Proyecto Fondecyt 1170446, que lleva por nombre “Evaluación de los microRNAs en la fisiopatología y susceptibilidad del Cáncer Gástrico”, investigación financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID). El diseño de la iniciativa fue impulsado por la docente de la Escuela de Medicina de la UMAG, la Dra. Yolanda Espinosa, quien cuenta con amplia experiencia en el campo de la investigación genética, abocada al estudio de microRNAs – un tipo de moléculas de ARN de pequeño tamaño que no produce proteínas – que controlan la expresión de genes en procesos biológicos y están implicados en muchas enfermedades.